domingo, 20 de marzo de 2016

¿víKtimas?


En estos días el fujimorismo ha decidido victimizarse  para ver si logra contener el crecimiento del anti.keiko. A raíz del rechazo que ha recibido de parte de la ciudadanía en diferentes ciudades del país y de las multitudinarias manifestaciones en Lima.  El 16 de este mes se produjeron incidentes de violencia. Aparentemente, manifestantes anti.keiko ejercieron violencia contra la candidata fujimorista y otros miembros de su partido. Sin embargo, no hay que olvidar que durante la dictadura se utilizó una estrategia para deslegitimar a la oposición, estrategia de la cual el fujimorismo ha aprendido muy bien.
La estrategia creada por Montesinos consistía en producir daños de manera oculta y echar la culpa a otros. Por ejemplo, durante la Marcha de los Cuatro Suyos se incendiaron las oficinas del Banco de la Nación, siniestro en el cual murieron algunas personas y se perdieron documentos importantes. En aquella oportunidad el gobierno dictatorial culpó a los manifestantes del siniestro con el fin de deslegitimar la marcha. Después se comprobó que fueron personas mandadas por el gobierno quienes causaron el incendio. La misma estrategia fue utilizada en el asesinato del dirigente sindical Pedro Huilca. El gobierno fujimorista señaló a Sendero Luminoso como el causante de su muerte, y después se supo que esta fue ordenada por el gobierno.
El fujimorismo nos tuvo acostumbrados a ese tipo de engaños perversos para victimizarse y dañar a sus enemigos. Ante las cámaras hemos visto a Keiko Fujimori poniendo cara de víctima frete a las agresiones provenientes de parte de los grupos anti-fujimoristas. Debemos decir que rechazamos abiertamente el uso de la violencia contra los candidatos. El anti-fujimorismo debe manifestarse en marchas y en expresiones pacíficas y respetuosas, pero nunca a través de la violencia. Pero también debemos estar muy atentos, pues no vaya a ser que las personas que han causado la violencia los últimos días hayan sido los mismos fujimoristas en una maniobra siniestra por inculpar a sus opositores y victimizar a su candidata. 

domingo, 13 de marzo de 2016

Tiempos de Oscuridad



Si las cosas siguen como hasta ahora, el Perú volverá a caer en las fauces del autoritarismo fujimorista. Con una sonrisa pícara, el JNE acaba de sacar de las elecciones a Guzmán, apelando a una suerte de irregularidad administrativa. Los políticos y los periodistas se encogen de hombros y señalan que “la ley es la ley”. Los demás partidos prefieren no ver la viga que tienen en el ojo. Keiko entrega dinero en campaña, pero el JNE – sección fiscalización – emite un informe en el que sostiene que no hay prueba que la incrimine. O sea, le da una palmadita en la espalda. Lo que le costó a Acuña la candidatura aquí se pasa por agua tibia.

La prensa – el grupo El Comercio y RPP en particular – tratan a los fujimoristas con guantes de seda. Nadie quiere recordar la dictadura cleptocrática que gobernó al país durante los noventas, que depredó el tesoro público, mató peruanos y negoció con narcos y traficantes de armas. No recuerdan el avión presidencial pletórico de cocaína. Quieren olvidar que el régimen de Fujimori remató el Perú, autorizó el imperio de las combis en las pistas, y aprobó la proliferación de universidades empresa que degradaron la educación. Que fue el gobierno de Fujimori el que compró la prensa escrita y audiovisual, que popularizó a Laura Bozzo. Ahora nos quieren imponer a su hija Keiko, que está rodeada de sus antiguos colaboradores, que jamás ha tenido un trabajo, que estudió con los impuestos de los peruanos y que quiere devolvernos a esa década de pesadilla.
Nos costó tanto derrotar a esos malhechores del poder y ahora quieren regresar.

No permitamos que el JNE y la prensa irresponsable propicien el triunfo del fujimorismo.
Avisen que ha regresado la marrana, que la marrana retorna con la furia de los antiguos dioses del Mediterráneo.